Los grandes pensadores, casi siempre, ponen palabras de las que muchas personas compartimos. Es el caso del último artículo de Jose Luís Sanpedro, sobre lo que piensa (pensamos) sobre el gobierno de Rajoy y sus medidas.
Sinceramente, podría haber intentado plasmar mis pensamientos, pero creo que no hace falta. Comparto al 100% lo que el eminente humanista y economista piensa del Sr, (por decir algo) Rajoy.
Publico integramente sus palabras.
Diario del Valle de Taoro
José Luis Sampedro Sáez (Barcelona, 1 de
febrero de 1917) escritor, humanista y economista español que aboga por una
economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la
dignidad de los pueblos». En 2010 el Consejo de Ministros le otorgó la Orden de
las Artes y las Letras de España por «su sobresaliente trayectoria literaria y
por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo». En 2011
recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas.
Se lo digo así, de entrada, porque sé que
nunca va a leerme, como nunca lee usted libros, ni nada más que periódicos
deportivos como usted mismo ha confirmado, jactándose, como buen español de ser
un ignorante. No se engañe, por eso lo han votado tanta gente. Perdonen los
demás el exabrupto, pero es que está demostrado que somos lo que nuestros
padres nos han educado, y si usted y sus ministros son como son, es porque sus
madres muy bien no lo han hecho. A pesar de los colegios de pago, de pertenecer
a la oligarquía de épocas dictatoriales, etc.
Verá usted, señor presidente. Lo que más me
molesta no es que usted sea un bastardo malnacido, sino un ignorante, y sobre
todo un mentiroso. Se presentó a unas elecciones diciendo que no haría cosas
que ahora hace. Dijo hace tiempo que la posibilidad de una amnistía fiscal le
parecía injusta y absurda, y no ha tardado ni tres meses en recurrir a esta
medida de forma injusta y absurda, como señala el diputado de IU Alberto Garzón
al que usted y sus secuaces ningunean como a cualquier otro que no sea seguidor
suyo. Ésa es la democracia que ustedes entienden, ignorar a los representantes
de la ciudadanía que no les afín. Usted dijo que la Sanidad y la Educación no
se tocaban, y la han tocado pero bien. A la banca nada, y eso que los grandes
expertos en economía señalan que, o le metemos mano a sus amigos de las finanzas,
o nos vamos a pique.
Le voy a explicar unas cuantas cosas dado que
usted es un ignorante que lee prensa deportiva en lugar de libros de historia,
economía o política. Durante los años 20 hubo gente que tuvo la genial idea de
crecer mucho, por encima de sus posibilidades como ahora tienen ustedes tan de
moda decirnos. Tanto que incluso a Churchill, para salir de la situación de
postguerra, se le ocurrió revalorizar la libra, lo que trajo bajada de sueldos
y aumento de las horas de trabajo. No sólo no se creció por encima de lo
esperado sino que destruyó la posibilidad de crear un modelo sostenible de
crecimiento basado en el consumo, lo que permite terciarizar una economía y
hacerla verdaderamente competitiva. Eso es ser un país desarrollado y no ganar mundiales
de fútbol. Cuando llegó la crisis del 29 y la posterior recesión mundial en los
30, en un país tan poco sospechoso de socialista, comunista o lo que ustedes
quieran, como EEUU, decidieron adoptar una cosa llamada New Deal, que
consistió, entre otras cosas, en subir los sueldos y bajar las horas de
trabajo. Como consecuencia, había más puestos de trabajo para cubrir esas horas
de menos, y los que salían de su trabajo lo invertían en consumo, lo que
reactivó la economía y permitió al país dar un definitivo empujón hacia arriba
para salir victorioso de una Guerra Mundial que libró en tres continentes.
Por si usted no lo sabe, las medidas que está
ejecutando han conseguido lo contrario. Hablo en pasado porque tal vez no lo
sepa, pero no hay nada nuevo en los famosos "recortes". Argentina,
Chile, Polonia, Rusia y así hasta un largo etc. de países engrosan una horrible
lista de fracasos de las políticas neoliberales de Milton Friedman y el
Consenso de Washington que desde los 70 llevan intentando hacernos creer que
sumergir a un país en el shock económico es una salida a la crisis. Jamás las
medidas de la Escuela de Chicago han funcionado. Jamás un país ha salido de la
crisis de esa forma. Jamás una sociedad se ha beneficiado de ello. Por el
contrario, ha generadosuicidios, deterioro del Estado del Bienestar (que
ustedes insisten en decir que se ha terminado mientras vemos cómo crece y se
desarrolla en otros países de nuestro entorno) y ha destruido el futuro de
numerosas generaciones.
Usted miente, señor Presidente, y es sumamente
peligroso. Porque el anterior era un inútil, pero usted es un pirómano en mitad
de un incendio. El otro creía vivir en el País de las Maravillas y usted nos
está sumiendo en el País de los Horrores. Toda política fiscal que no se base
en la generación de riqueza, toda medida relativa al empresariado que no
atienda prioritariamente a las empresas que cotizan más del 60% de sus
ganancias en forma de sueldos e impuestos en España (y no Repsol, que solamente
invierte un 20% y ahora la defienden como española; hay empresas extranjeras
que reparten más beneficios al conjunto del país), todo lo que no sea alumbrar
un futuro basado en la investigación y no en el trabajo precario, es destruir
el futuro del país. A usted y sus secuaces se les llena la boca diciendo que
hay que fomentar el emprendedorismo, y en lugar de ello desarrollan un plan
basándose en los ideales especulativos de los dirigentes de la CEOE cuyo
historial de empresas arruinadas por la especulación de la que ellos salen indemnes
mientras el Estado se hace cargo de los parados que dejan es absolutamente
bochornosa. Eliminan de todo plan de emprendedores la posibilidad del
emprendedor social y generan únicamente una nueva casta de tiburones amparados
en una reforma laboral neofeudal.
Ustedes se olvidan que los países
desarrollados como EEUU, Alemania, Francia, etc., invierten entre el 2'6 y el
3'4% del PIB en I+D+I. España no sólo necesita un esfuerzo superior (en torno
al 6%) para ponerse a su altura sino que ustedes nos bajan la inversión del
1'3% al 0'9%. Para entendernos, usted que sólo lee sobre deportes, es la
diferencia entre inventar un coche, y fabricarlo. Quien lo inventa tiene los
beneficios de todos y cada uno de los coches que se venden. Quien lo fabrica
sólo de las unidades que salen de su fábrica. ¿Dónde se inventan los coches? En
Alemania, por citar un caso. ¿Dónde se fabrican? En España, Polonia o Rumania.
Es evidente de quiénes estamos más cerca, pues. Al darle el hachazo que usted
le ha dado a la investigación nos condena a ser un país de camareros,
portaequipajes, y por supuesto de trabajadores poco o nada cualificados que
trabajemos para empresas extranjeras a sueldos miserables mientras tenemos la
moneda de los países con mejor calidad de vida. Si seguimos en el euro es para
vivir como ellos, no para que ustedes nos hagan vivir como en Botsuana con
precios de París.
Usted nos está suicidando económicamente. Tal
vez no sepa quién es Paul Kruggman, pero es Premio Nobel de Economía. Para él
es evidente que usted nos miente o no quiere darse cuenta de que no estamos ni
siquiera en recesión, sino en fase de depresión, y sus medidas nos hunden cada
vez más. Ha aceptado ser el banco de pruebas del FMI, cuyas medidas ya
arruinaron a varios países, pregunte si no por Grecia o Italia donde están
fracasando estrepitosamente. Usted no le dice a la gente que estamos metidos en
una III Guerra Mundial cuyas armas no son de fuego, sino que tienen a forma de
experimentos socio-económicos, donde los tanques son agencias de calificación
de la deuda, donde los países utilizan a los ciudadanos para intereses ajenos a
estos, y donde, al final, la gente está muriendo y sufriendo, como en cualquier
guerra. Usted nos dice que es bueno meter a cuarenta alumnos por clase, que es
bueno que haya menos profesores, menos médicos, menos atención sanitaria, y a
veces pienso que simplemente usted es gilipollas, que no puede ser que actúe
con maldad. Y créame, lo sigo pensando. Los malos seguramente son otros, usted
no tiene la inteligencia suficiente para darse cuenta de todo eso. Sí la tiene,
en cambio, para saber que todo esto puede traer revueltas sociales, agitación
en la calle. Por eso va a aprobar una medida por la cual será terrorismo y condena
criminal resistirse a la voluntad del Gobierno expresada en sus brazos de
coerción, es decir, al policía. Como yo le estoy diciendo esto, seguramente me
acusará de terrorismo por incitar a la gente a decirle a usted las verdades a
la cara.
Señor Presidente, usted no quiere decirlo
porque la Führer Merkel le amenaza desde el IV Reich que se ha instalado. No es
una exageración, oiga, que lo dice hasta el Financial Times que como todo el
mundo sabe es muy de izquierdas sin duda. Estamos metidos en mitad de una III
Guerra Mundial, vuelvo a repetírselo, y no es una idea únicamente mía, sino de
gente de esa que ha estudiado, tiene doctorados, ha dado clase en varias
universidades, ha viajado por el mundo, ha leído mucho, mucho, habla varios
idiomas, ha vivido diferentes procesos de crisis y recuperación, y a algunos
también les gustan los deportes. Pero también ven que ustedes nos metieron una
primera fase de Movimientos Financieros que ahogaron nuestra economía y ahora
nos meten en una fase de Posiciones para hundirnos en el shock, en el miedo, en
la angustia.
Solo le deseo que si algún día la sociedad se
rebela, salimos a la calle, tomamos los poderes públicos, proclamamos una
Asamblea Constituyente, convocamos un referéndum sobre la forma de Estado, disolvemos
los partidos actuales y los obligamos a refundarse en partidos que atiendan a
las ideologías políticas y no a las económicas, establecemos un sistema de
elecciones realmente democráticas, nos salimos de la moneda alemana (llamada
también euro) y establecemos pactos bilaterales con los países importantes,
invertimos en educación e investigación. Si todo eso pasa y empieza con una
mecha que la sociedad enciende. Si pasa y asaltamos su palacete en la Moncloa ,
ojalá usted esté ya camino del exilio en Berlín.
O lo va a pasar mal. Muy mal.
"Los
recortes se aceptan por una de las fuerzas más importantes de la humanidad, el
miedo."